La magnitud imaginativa de Adolfo Flores, es sorprendente. Tanto en los relatos breves como en los brevísimos, se encarga de ponernos frete a situaciones, personajes e intrigas que surgen sin duda de una invención audaz. Y lo fantástico es un ingrediente que le sirve no solo como sustento argumentativo, sino, además, como instrumento técnico para obtener el quiebre inesperado que requiere todo buen relato de corta envergadura.
Microficciones, en esta su nueva edición, mantiene aquel
vuelo creativo del cual aterrizamos con el asombro que nos confiere toda buena
pieza literaria. Mundos imaginados, extrañas divinidades, destinos inciertos,
sueños reveladores, muertos vivientes, son algunos de los elementos de este
sorprendente volumen narrativo que no deja de maravillarnos en su logro de la
emoción estética.
Ornitorrinco, 2020